martes, 26 de marzo de 2013

Chipre y el sueño de Putin


Desde principios del siglo XIX uno de los principales objetivos de la política exterior rusa es tener una salida al mar Mediterráneo. Ese fue el principal motivo para que Gran Bretaña y Francia (además del reino de Piamonte-Cerdeña, que envió un pequeño contingente de tropas) formalizaran una alianza con el Imperio Otomano en 1853 (1) para declarar la guerra a Rusia al año siguiente y dar comienzo así a la conocida como Guerra de Crimea. Los rusos querían forzar los Estrechos y desalojar a los Otomanos de Estambul, cosa que no gustó a los franco-británicos que por entonces planeaban construir el Canal de Suez, cuyas obras comenzaron en 1859 dirigidas por Ferdinand Lesseps. El sitio de Sevastropol acabó con la derrota zarista y la flota rusa del Mar Negro continuó allí “encerrada”.

Tropas británicas fotografiadas durante la Guerra de Crimea

La idea de una salida rusa al Mediterráneo no terminó ahí. Lo más cerca que estuvieron los rusos de ello fue a través de sus “hermanos” búlgaros, que tras la Primera Guerra de los Balcanes de 1912 obtuvieron parte de la Tracia turca y un territorio ribereño del Mar Egeo. El sueño de una costa eslava en el Mediterráneo terminó meses después, cuando los otrora aliados del zar búlgaro se unieron contra él y recortaron notablemente los territorios conquistados por la caballería de éste. La costa del Egeo quedó completamente en manos de los griegos.

Bulgaria llegó a tener una salida al mar Egeo como muestra este mapa

Con la entrada en guerra del Imperio Otomano de parte de los Centrales a finales de 1914, Rusia volvió a echar en falta un puerto en el Mar Mediterráneo. Especialmente cuando dos cruceros de la flota del Kaiser se vieron sorprendidos en el verano de 1914 en el mar Adriático y tras bombardear los puertos del norte de Argel se refugiaron en Estambul para evitar ser destruidos por los británicos. El Goeblen (uno de los buques de guerra más longevos de la historia, que estuvo en servicio desde 1911 hasta 1960 bajo pabellón alemán, después otomano y más tarde turco) y el Breslau se pasaron la guerra hostigando a la flota rusa del Mar Negro y bombardeando sus puertos, ante la impotencia de los buques del zar, navíos anticuados, mal armados y peor acorazados.

Pasaron dos guerras mundiales y muchos cambios fronterizos en los Balcanes para que todo permaneciese igual. A pesar del poder desplegado por la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y a haber vencido la II Guerra Mundial, Moscú seguía sin su ansiado puerto mediterráneo. 

Pues bien, ha tenido que llegar el siglo XXI y una crisis económica en un pequeño país de  un millón de habitantes, para que Rusia esté más cerca que nunca de conseguir ese puerto. 

La crisis chipriota ha llevado al gobierno de aquel país a buscar la financiación exigida por la Unión Europea en Moscú, aunque de momento el acuerdo al que se ha llegado en Bruselas para prestar 10.000 millones de euros a Chipre, ha supuesto una tregua. Vladimir Putin ha visto una posibilidad única (y baratísima) de completar esa parte del sueño imperial zarista que nunca se llegó a cumplir. Sus condiciones económicas para facilitar el préstamos al gobierno chipriota son muy benévolas, pero no gratuitas. Además de concesiones de gas, Putin quiere una base y el presidente ruso no va a dejar escapar su sueño con facilidad. Una salida de Chipre de la Unión Europea haría caer a la isla irremisiblemente en la órbita rusa.

Putin podría cumplir un viejo sueño imperial ruso y de paso aumentar su prestigio entre los militares

Las circunstancias de la isla (la tercera mayor del Mediterráneo), situada a 120 kilómetros de la costa de Siria, son muy peculiares. Está partida en dos zonas desde la invasión turca de 1974. Su capital, Nicosia, está dividida por un muro al más puro estilo de la guerra fría. Los turcos tomaron el norte de Chipre después de que un golpe militar, auspiciado por la dictadura griega, se hiciera con el poder y reivindicase un viejo sueño de la población grecochipriota, la anexión a Grecia. La situación quedó bloqueada desde entonces y la entrada en la Unión Europea supuso un rayo de luz para la reunificación de la isla... que sigue sin producirse (2). 

Chipre sigue partida en dos desde 1974. La República Turca de Chipre solo es reconocida por Turquía. Parece lógico que se hubiese reunificado antes de entrar en la Unión

Por otro lado, desde su independencia de Gran Bretaña, la antigua metrópoli mantiene dos enormes bases en territorio chipriota, Dhekelia y Akrotiri, ésta última es la única base de la RAF (Royal Air Force) en el Mediterráneo, desde la que despegaron algunos cazas que bombardearon el pasado año Libia. Allí se encuentra un contingente permanente de en torno a 3.500 soldados británicos. Curiosamente Chipre no pertenece a la OTAN, al contrario que Gracia y Turquía.

Gran Bretaña mantiene un importante contingente militar en Chipre, aunque durante la invasión turca de 1974 las tropas británicas permanecieron acuarteladas

Puedo imaginar que nada le gustaría más a Vladimir Putin que instalar una base aeronaval en un enclave tan estratégico como Chipre, especialmente en un momento como el actual en el que el conflicto sirio parece enquistado. Navíos de guerra, submarinos nucleares y sobre todo aviones de combate rusos ejercerían una mayor influencia en todo Oriente Medio desde una base chipriota.

Una base aeronaval rusa en Chipre supondría un considerable aumento de la influencia de Moscú en todo Oriente Medio. En la imagen uno de sus submarinos nucleares

La pregunta es ¿merece la pena dejar caer en manos de Putin a Chipre? En estos momentos corremos el riesgo de mirar demasiado a corto plazo, fijarnos en exceso en el día a día de la prima de riesgo, mientras Rusia puede poner una pica en Flandes o mejor dicho en Nicosia.


Nota 1. Para que esta alianza entre franco-británicos y otomanos no se viera  en su día como “antinatural”, se disfrazó con el apoyo del sultán a los católicos en Tierra Santa, nominalmente territorio otomano. Una disputa entre cristianos ortodoxos, que contaban con la protección del zar, y católicos, bajo la protección de Francia, por el control de los Santos Lugares, concretamente la Basílica de la Natividad y la Iglesia del Santo Sepulcro fue la excusa perfecta para iniciar una guerra cuyos objetivos geoestratégicos iban mucho más allá.

Nota 2. Con la perspectiva que nos da el tiempo, está claro que la entrada de Chipre en la Unión no fue una buena idea, no solo por su situación económica actual, sino y más importante, porque no ha servido para solucionar el grave problema de división que sufre el país.

miércoles, 20 de marzo de 2013

Propuestas concretas


El pleno del Distrito de Puente de Vallecas de marzo de 2013 estuvo marcado por una novedad, el Partido Popular aprobó una de las iniciativas que presenté, transaccionada eso sí. La primera en 18 meses. La primera de entre otras tantas proposiciones tan dispares, pero tan de sentido común, como asfaltar una calle del distrito (¡en 2013 aún existen calles sin asfaltar en Madrid!), hacer un plan de ahorro energético para los centros culturales, deportivos y de mayores del distrito, crear zonas de wifi gratuitas en las dependencias municipales en las que se atiende a los ciudadanos, crear un huerto urbano  que gestionasen los vecinos en solares públicos (propiedad del IVIMA o de la EMVS) que actualmente están sin utilizar, crear zonas de aparcamiento exclusivo para motos, tal y como existen en otros distritos de la capital o simplemente poner el cartel con el nombre a una calle.

JMD de Puente de Vallecas en la Avenida de la Albufera
Ninguna de estas proposiciones salió adelante, como no salieron aquellas que tenían que ver con la transparencia: hacer pública la nómina de la concejal del distrito o su agenda oficial, o las retribuciones de los vocales vecinos. Las excusas para no aprobar nuestras proposiciones son siempre peregrinas. Desde el “estamos trabajando en ello”, que tanto me recuerda al ex presidente de acento tejano y amigo de George Bush, como que las retribuciones son públicas, aunque no es posible saber cuanto cobra exactamente un concejal del ayuntamiento de Madrid, ya que a sus 90.000 euros brutos al año (salario bruto anual de los 21 concejales presidentes de distrito), hay que sumarle los diferentes complementos por asistencias a plenos, comisiones, etcétera.



Por supuesto, tampoco se aprobaron aquellas que, a pesar de ser también de sentido común en la situación en que vivimos, podrían considerarse con una mayor carga política: renuncia a los dos asesores (en algunos distritos son tres), y que fueran los funcionarios de carrera del ayuntamiento los que asumieran sus tareas, renuncia al coche oficial del que dispone la concejal (y que conducen tres chóferes, uno por la mañana, otro por la tarde y otro para incidencias), o la renuncia al acta de diputado nacional, para que Eva Durán pueda dedicarse en exclusiva a su labor como Concejal Presidente del Distrito. Nada de esto se tuvo en consideración.

Ha tenido que ser una proposición sobre transporte escolar, en la que instaba a la concejal para que la Policía Municipal hiciera una campaña de control del transporte escolar, tal y como hace en su ámbito de competencia la Dirección General de Tráfico, la primera aprobada en esta legislatura. Algo hemos avanzado, poco pero es algo. Ahora sólo habrá que esperar a que el gobierno municipal cumpla y se ponga en marcha la campaña.

De todos modos, como es habitual el debate en los plenos se centró más en la política nacional, que en cuestiones municipales. En estos plenos se mencionan muchas más veces a Rubalcaba y a Rajoy que a la propia Ana Botella, alcaldesa de la ciudad de Madrid. Todo vale con tal de desacreditar al rival, aunque en el fondo PPSOE se parezcan como dos gotas de agua.

lunes, 11 de marzo de 2013

Vamos ganando

Acabo de leer una frase en una novela de Ken Follett, “El invierno del mundo”, que me ha decidido a escribir este artículo.

“En política uno sabe que está ganando cuando sus oponentes le roban las ideas”

Está claro que en Unión Progreso y Democracia vamos ganando. Durante los primeros cuatro años de existencia del partido, la estrategia de PPSOE hacia nosotros fue mirarnos con absoluto desdén. Ningunearnos. Hacernos un absoluto vacío, que se extendió a los medios de comunicación “concertados”.




Pero a partir del 20 de noviembre de 2011 las cosas han cambiado. 1.140.000 votos lo han hecho posible y ese cambio ha tenido dos vertientes. Por un lado, la descalificación mordaz, falaz y continua de todo aquel que forma parte de UPyD. Por otro, apropiarse de una parte importante del ideario de nuestro partido.

Hasta hace bien poco nadie se planteaba la (necesaria) reforma del estado autonómico. Ahora tanto desde el PP, como desde el PSOE, hay voces que claman por ello. Esperanza Aguirre lleva tiempo defendiendo la devolución de competencias en educación y sanidad al estado central, mientras que Pere Navarro, y el propio Alfredo Pérez Rubalcaba, se muestran firmes partidarios del estado federal (personalmente creo que sin saber muy bien lo que eso supone). Mariano Rajoy se ha posicionado públicamente frente a las duplicidades que tanto dinero cuestan al estado, a pesar de que en la práctica no solo no va a acabar con las diputaciones provinciales, sino que las va a reforzar.


En política es muy difícil cobrar derechos de autor por una idea. Si así fuera, UPyD estaría ingresando ingentes cantidades de dinero por el uso que otros hacen de su programa. 



Rosa Díez en la investidura de José Luis Rodríguez Zapatero, que votó en contra, ya defendió que los territorios y las lenguas no tienen derechos, son los ciudadanos los que los tienen


Para mi el colmo ha sido esta enmienda transacional presentada en el Pleno de mi Junta de Distrito (Puente de Vallecas) por el Partido Popular. Ver que alguien del PP en un documento oficial es capaz de decir que “los territorios no tienen derechos, sino que los tienen los ciudadanos” casi hace que se me salten las lágrimas. Pero no es cierto. En su boca es solo literatura y de la barata. No se lo cree ni el que lo escribió. Porque si fuera cierto lo que han escrito habrían llamado rápidamente a sus compañeros de partido en Navarra, por ejemplo, para decirles que preparasen una moción en el parlamento foral para acabar con el amejoramiento (que no es otra cosa que un claro privilegio económico respecto al resto de españoles), o a los miembros del PP vasco para que se sumasen a las iniciativas de Gorka Maniero, diputado de UPyD en el parlamento vasco para acabar con el llamado “cupo vasco”, otro privilegio parecido al anterior. 

Rosa Díez junto a Gorka Maneiro en la pasada campaña vasca de 2012
Si los que han escrito esto pensaran así, “que son los ciudadanos los que tienen los derechos y no los territorios” propondrían ya una reforma de la ley electoral, para que el voto de todos los ciudadanos españoles valiese lo mismo, independientemente de a quien se votase y donde se ejerciera el derecho al voto.


Si el que ha escrito esto, creyera en lo que escribe, abogaría por una profunda remodelación del senado o directamente su cierre. Por que no puede ser que en la provincia de Soria (95.101 habitantes) se elijan los mismo senadores que en la de Madrid (6.489.680 habitantes según el INE en 2011). Si fueran los ciudadanos los que tuvieran derechos en nuestro país, y no los territorios, los parlamentos autonómicos no designarían senadores, porque aunque muchos españoles sigan sin saberlo, a muchos de los senadores que se sientan en la cámara alta no les ha votado NADIE.




En definitiva, señores del PPSOE no cuela. Este giro copernicano, no cuela. Algunos les creerán. Los menos informados. Los adictos al régimen. Los que votan rojo o azul desde 1936. Pero cada día más gente se informa de manera independiente. Cada día es menor la intención de voto hacia PPSOE en las encuestas. El bipartidismo está en quiebra, aún no ha muerto, pero está en coma. Por eso, son capaces de hacer cualquier cosa para mantener sus privilegios y si para ello tienen que robarle las ideas a UPyD, así lo harán. Desde ese momento, según el bueno de Ken Follett, está claro que vamos ganando.