miércoles, 7 de diciembre de 2011

34 diputados


Parece mentira la composición del nuevo parlamento español. Los partidos nacionalistas cuentan con una presencia absolutamente desproporcionada y esto puede traer serios problemas al Estado.



Hasta la fecha PPSOE veían muy bien la Ley Electoral actual, que favorece el bipartidismo (o sea a ellos mismos) y a los partidos nacionalistas, o lo que es lo mismo, sus aliados naturales en legislaturas en las que no se alcanzan mayorías absolutas.

Esta Ley, profundamente injusta hay que reformarla, no porque perjudique a determinados partidos, sino porque perjudica a los ciudadanos, que ven como sus votos no valen lo mismo en función de donde lo ejerzan o de la formación política que elijan.

El Congreso de los Diputados es la cámara en la que reside la soberanía nacional. Los diputados que lo componen representan a todos los españoles y eso evidentemente no sucede cuando se trata de partidos nacionalistas, soberanistas o independentistas, que en el fondo es lo mismo porque persiguen los mismos fines. Todos ellos se preocupan solamente de las regiones de las cuales proceden y no del conjunto de los españoles.



Hay varias “cifras mágicas” en cuanto al número de diputados, en nuestro parlamento. 176 es probablemente la más conocida por todos los españoles: la mayoría absoluta. También conocida es la de 5 (aunque sumada al 15% ó 5% de los votos, según los casos) para formar grupo parlamentario. De esto se ha hablado mucho en los últimos días.

Menos conocidas, aunque no por ello menos importantes, son otras dos cifras: 210 y 35 diputados. La primera cifra es la mayoría cualificada de tres quintos de la cámara con los cuales se puede reformar la Constitución, algo que va haciendo falta desde hace años. Ningún partido ha conseguido hasta la fecha alcanzar esa cantidad de escaños que le permitiese hacer la citada reforma sin pactos (202 diputados es el récord de la democaracia, obtenidos por el PSOE en 1982). Pero de lo que quería hablar en este artículo es de otra cifra: 35. Eso supone el 10% de los diputados de la cámara y tienen una capacidad que hasta la fecha no se ha utilizado, pero no por ello es potenciamente peligrosa (si se emplea con determinados fines). 35 diputados pueden plantear la convocatoria de un referendum sobre una reforma constitucional. 



Analicemos ahora los siguientes datos:

Partidos            Escaños       Votos 

CiU                        16           1.014.263
Amaiur                    7               333.628
PNV                        5               323.517
ERC                        3               256.393
BNG                        2               183.279
GBAI                       1                  42.411

Total:                     34            2.153.459

(*) La suma de IU+UPyD son 16 diputados con 2.821.052 votos… y ningún senador. Los partidos independentistas/soberanistas/nacionalistas tienen 16 senadores.

A no mucho tardar hay una reforma constitucional que hay que hacer, la que se refiere a la sucesión de la corona. Esa es ineludible. Se podría aprobar, sin ningún problema, en el Congreso y seguro que contaría con la mayoría suficiente, ya que no es de recibo que en la más alta institución del estado, la corona, exista la discriminación por razón de sexo (al tener preferencia los varones en la sucesión al trono). Seguro que la mayoría de grupos votarían a favor, pero ¿qué pasaría si los partidos independentistas/soberanistas/nacionalistas planteasen el referéndum? Está claro que su intención política iría mucho más allá de la mera consulta sobre la sucesión de la corona, les estaríamos brindando la posibilidad de que convirtiéramos la consulta en un referéndum soberanista encubierto (y pagado con los impuestos de todos los españoles). El anhelado plan de todos los nacionalistas de votar sobre su independencia, servido en bandeja.

PPSOE deberían plantearse seriamente si merece la pena seguir en manos de los nacionalistas cada vez que no consigan mayoría absoluta, gracias al mantenimiento de una injusta ley electoral.